Información general

Descripción
P@)

Las heridas son un problema de salud que afecta a la población de todas las edades y tiene un importante impacto epidemiológico, económico y social.

La persona con una herida puede presentar limitaciones en la realización de las actividades básicas de la vida diaria, disminución de la calidad de vida, alteración de la autoestima, dolor, incapacidad laboral y repercusiones económicas debido al alto coste del tratamiento.

Una herida se define como una lesión que provoca la pérdida de continuidad de la piel. Como consecuencia, existe el riesgo de infección y la posibilidad de lesiones en los órganos o tejidos adyacentes, como los músculos, los nervios o los vasos sanguíneos. La gravedad de las heridas se evalúa en función de la profundidad, la extensión, la localización, la contaminación, la presencia de cuerpos extraños o los signos de infección.

Las heridas pueden ser superficiales o profundas y afectar a las distintas capas de la piel, los músculos, los tendones, los vasos o los nervios. Pueden producirse por múltiples causas (cortes, contusiones, quemaduras, etc.).

Cuando se produce una herida, el organismo inicia el proceso de reparación de los tejidos lesionados hasta lograr la normalidad funcional lo más rápido posible.

Actualmente, para el cuidado de las heridas hay diferentes tratamientos disponibles para lograr una cicatrización exitosa. Sin embargo, esta puede retrasarse debido a diferentes factores: relacionados con la persona (estado de salud, problemas de salud crónicos, medicamentos), relacionados con la herida (antigüedad de la lesión, tipo de tejido afectado, extensión) o relacionados con el tratamiento local de la herida (productos utilizados para el cuidado, habilidades y conocimientos de la persona que realiza la cura).

 

 

 

Historia
P@)

La historia de las heridas es antigua; los distintos pueblos, de acuerdo con sus creencias culturales, han utilizado diversos métodos para favorecer el proceso de cicatrización y reducir los riesgos de infección.

El primer documento conocido es el papiro de Smith, escrito en el siglo XVII a. C., en el antiguo Egipto, en el que se describe cómo los egipcios aplicaban grasa animal, miel y fibras de algodón para elaborar preparados de aplicación local en forma de ungüentos, emplastos y pomadas para la cicatrización de las heridas. Asimismo, en esta época existen remedios mixtos que consisten en la aplicación de excrementos de animales (burro, cocodrilo, hipopótamo, ganado...) y magia con la intención de que el espíritu que poseía el cuerpo, y que era el causante de la herida, se fuera.

En el siglo XI a. C., en Mesopotamia se practicaban ritos mágicos y religiosos, se utilizaban plantas medicinales, sustancias minerales y animales que se aplicaban en tratamientos quirúrgicos y en la cura de heridas.

En Grecia, en el siglo V a. C., apareció con Hipócrates la medicina empírica y racional. Las heridas se limpiaban con agua y se aplicaban preparaciones con vino, miel o vinagre, para promover la desinfección y la cicatrización de las heridas.

Hasta principios de la década de 1960, el tratamiento local de las heridas consistía en aplicar antisépticos con el objetivo de que la herida estuviera libre de microorganismos, se secara y se formara una costra. Fue en 1962 cuando Winter observó que las heridas sanaban mejor cuando estaban cubiertas y se creaba un ambiente húmedo que cuando se dejaban secar al aire. La humedad producida por el propio exudado de la herida evitaba la deshidratación y la desecación de la herida y favorecía el proceso de cicatrización.

Y es a partir del año 2000 cuando surge el concepto de manejo avanzado de las heridas, con una revolución científica y de investigación dirigida al conocimiento de la fisiopatología e inmunología de los procesos celulares y humorales en las heridas.

Actualmente existe una amplia variedad de apósitos biotecnológicos y equipos avanzados para favorecer el proceso de cicatrización, reducir las complicaciones, el dolor y los costes, y mejorar la calidad de vida de las personas con una herida y sus familias.

 

 

Epidemiología
pP@)

  1. Lesiones por accidentes domésticos y de ocio
  2. Lesiones por accidentes de tráfico
  3. Lesiones por accidentes en el ámbito laboral 
  4. Lesiones por quemaduras 
  5. Lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia de las personas 
  6. Lesiones cutáneas de la extremidad inferior 
  7. Lesiones cutáneas tumorales

 

1. Lesiones por accidentes domésticos y de ocio

Los últimos datos publicados en 2013 por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en el Informe de Detección de Accidentes Domésticos y de Ocio (Informe DADO) nos informan de que seis de cada cien españoles y más del 10 % de los hogares sufrieron un accidente doméstico o de ocio. Este tipo de accidentes son la cuarta causa de muerte en la Unión Europea (UE) después de las enfermedades cardíacas, el cáncer y las enfermedades cerebrovasculares. Según datos de la Asociación Europea para la Prevención de Lesiones y la Promoción de la Seguridad (Eurosafe), la tasa de mortalidad de las lesiones domésticas y de ocio en la UE es el doble que la de los accidentes de tráfico y más de 10 veces la de los accidentes laborales. Las personas más afectadas son las más vulnerables: niños, ancianos o adultos mayores y personas con discapacidades.

El interior del hogar destaca como el lugar donde más se producen los accidentes, en el 54,5 % de los casos, seguido del área de transporte, con un 13,2 %, y el área deportiva, con un 9,5 % de los accidentes. Solo el 4,0 % de las personas que sufrieron un accidente doméstico o durante actividades de ocio necesitaron ingreso hospitalario.

Las caídas generan la mayoría de los accidentes, con el 51,1 % de los casos, y van seguidas de golpes y choques, así como de cortes y aplastamientos, con un 16,6 % y un 14,2 % del total, respectivamente, mientras que las quemaduras ocupan el tercer lugar, con un 9,2 % del total de accidentes.

Las contusiones son el tipo de lesión más frecuente en los niños menores de 1 año y en los ancianos, y afectan en mayor medida a las mujeres. Entre los jóvenes de 5 a 24 años, las lesiones más frecuentes son los esguinces de tobillo, las heridas abiertas y las contusiones. Los esguinces son lesiones menos frecuentes a medida que aumenta la edad, mientras que las fracturas tienen una tendencia creciente.

lesión por accidente doméstico  Lesión accidente doméstico

 

2. Lesiones por accidentes de tráfico

Los últimos datos publicados por la Dirección General de Tráfico indican que en 2022 hubo un total de 72 959 accidentes de tráfico con víctimas en España, en los que 1145 personas perdieron la vida (un 4 % menos que en 2021) y 4433 resultaron heridas, de las que el 90,4 % requirió ingreso hospitalario.

En relación con las conductas de riesgo, las distracciones fueron el factor más frecuente en los accidentes mortales (estuvieron presentes en el 23 %), seguidas del incumplimiento de la distancia de seguridad (15 %) y los giros indebidos al volante (12 %).

 

3.  Lesiones debidas a accidentes en el entorno laboral

El Ministerio de Trabajo y Economía Social informa que, durante el año 2022, se produjeron 1 196 425 accidentes laborales, el 52,8 % con baja laboral. Comparando las cifras con las del año anterior, los accidentes con baja experimentaron un aumento del 10,4 % y los accidentes sin baja un descenso del 0,1 %.

Entre los accidentes con baja laboral, el 87,4 % se produjo durante la jornada laboral (el 69 % afectó a hombres) y el 12,6 % lo hizo in itinere, en el traslado habitual del trabajador de su casa al trabajo y viceversa. El 0,7 % de los accidentes (3801 accidentes) fueron graves y el 0,1 % de los accidentes (679 accidentes) fueron mortales, el 94 % de los casos en hombres.

En relación con la actividad económica, los accidentes laborales durante la jornada laboral con baja laboral fueron más frecuentes en la industria manufacturera (7,7 %), la construcción (6,8 %) y las actividades sanitarias y de servicios sociales (5,9 %). Por otro lado, los accidentes mortales destacan en el sector de la construcción (22,1 %), el transporte y almacenamiento (16,3 %) y la industria manufacturera (14 %).

Lesión accidente entorno laboral

 

4. Lesiones por quemaduras

El Informe epidemiológico de lesionados por quemaduras en España (2011-2017), publicado en 2020, informa que cada año en España un promedio de 6500 personas necesitan atención de urgencia en un hospital por haber sufrido una quemadura, 18 personas al día. De ellas, el 20 %, entre 3 y 4 personas, precisará ingreso hospitalario. Casi 2 de cada 3 personas ingresadas son hombres, incluso en niños menores de 14 años, pero a partir de los 65 años las mujeres representan casi el 60 % de los ingresos hospitalarios. Y, de estos ingresos, alrededor del 4,4 % morirá como consecuencia de las quemaduras. En las quemaduras, la causa (quemadura química, física o de otro tipo), el grado de la quemadura (profundidad), la localización y la extensión corporal (qué partes del cuerpo están quemadas) son muy importantes.

En cuanto a los agentes causantes de las quemaduras, en los menores de 14 años se trata de escaldaduras con líquidos calientes en el 68 % de los casos, con una edad media de 2,8 años y una superficie corporal quemada del 7,8 % del cuerpo, seguidas de la llama en el 30 % de los casos, con una edad media de 9,4 años y una superficie corporal quemada del 8,1 % del cuerpo.

En los adultos predominan las quemaduras por llama en el 53,1 % de los casos, con una edad media de 48,4 años y un porcentaje de superficie corporal quemada del 16,2 %; seguidas de las escaldaduras en el 29,8 % de los casos, con una edad media de 51,8 años y un porcentaje de superficie corporal quemada del 6,8 %; los objetos por contacto el 9,3 % de los casos, con una edad media de 49,8 años y un porcentaje de superficie corporal quemada del 3,1 %; las eléctricas el 4,1 % de los casos, con una edad media de 37 años y una superficie corporal quemada del 8 %; y las químicas, con un 3,7 % de los casos, una edad media de 47,6 años y una superficie corporal quemada del 4,5 %.

lesión por quemadura

 

5. Lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia de la persona

Las lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia (LCRD) de las personas, con pérdida permanente o transitoria de la autonomía y la capacidad de llevar a cabo el cuidado personal y las actividades de la vida diaria, incluyen las lesiones por presión (LPP), fricción y humedad, son las heridas crónicas que tienen la mayor prevalencia en todos los niveles de atención y afectan principalmente a personas mayores de 65 años.

En España, el último estudio de prevalencia realizado en 2017 por el Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento en Úlceras por Presión y Heridas Crónicas (GNEAUPP) ha obtenido una prevalencia en adultos del 8,7 % en hospitales (las más frecuentes, las LPP, con un 7,0 %), del 6,2 % en los centros sociosanitarios (las más frecuentes, las LPP, con un 4,0 %) y del 0,05 % en la atención primaria, que aumenta hasta el 6,1 % si los usuarios están incluidos en los programas de atención domiciliaria (las más frecuentes, las LPP, con un 4,8 %).

lesión cutanea por dependencia de la persona  lesión cutánea por dependencia de la persona

 

6.  Lesiones cutáneas de las extremidades inferiores

Las úlceras de las extremidades inferiores incluyen las lesiones de etiología venosa (deficiencia en el retorno de la sangre de las piernas al corazón), isquémica (deficiencia en la irrigación de la sangre del corazón a las piernas) y neuropática (afectación de los nervios periféricos de las piernas). En conjunto, estos tres tipos de lesiones representan el 95 % de las úlceras de las extremidades inferiores.

Las úlceras venosas representan entre el 75 y el 80 % de las úlceras, con una prevalencia de entre el 0,5 % y el 0,8 %; en el caso de las úlceras de etiología isquémica tenemos una prevalencia de entre el 0,2 % y el 2 %, y para las úlceras de etiología neuropática se estima una prevalencia del 15‑25 %.

Lesión cutánea extremidad inferior

 

7. Lesiones cutáneas tumorales

Las úlceras tumorales, como resultado del cáncer, generalmente son causadas por tumores primarios de la piel o por metástasis. Las lesiones primarias son el tumor original o las que se vuelven a formar en la piel sana, mientras que las lesiones metastásicas son del mismo tipo de cáncer que el tumor primario, pero aparecen en otras partes del cuerpo.

En cuanto a las lesiones cutáneas tumorales primarias, el carcinoma basocelular es el tipo más frecuente, con una incidencia de hasta 253 casos/100 000 habitantes/año, seguido del carcinoma de células escamosas, con una tasa anual de entre 72 por 100 000 habitantes en mujeres y 100,8 por 100 000 habitantes en hombres, y el melanoma, con una tasa anual de 6,14 (en hombres) y 7,26 (en mujeres) por 100 000 habitantes. En cuanto a las lesiones cutáneas tumorales secundarias, un 5-10 % de los pacientes con cáncer metastásico desarrollarán una úlcera tumoral.

Lesión cutánea tumoral

veure Ver imagen

p Leer más...

Tipos
pP@)

Las heridas se pueden clasificar teniendo en cuenta diferentes aspectos:

  1. Según el elemento que las produce 
  2. Según la afectación de tejidos o profundidad
  3. Según el grado de complejidad
  4. Según el riesgo de contaminación
  5. Según el tiempo de evolución

 

1.  Según el elemento que las produce

  • Heridas por incisión
    Producidas por un instrumento cortante, pueden ser intencionadas, quirúrgicas o accidentales. Se caracterizan por un riesgo mínimo de infección, con bordes limpios y ensangrentados.
    Herida por incisión

  • Heridas por contusión
    Son heridas cerradas producidas por el golpe con un objeto romo no penetrante, que provoca una lesión tisular, con hematomas e inflamación.
    Herida por contusión


  • Heridas por laceración
    Producidas por un objeto que desgarra el tejido y provoca bordes irregulares; el riesgo de infección es alto. Entre las personas que pueden presentar este tipo de lesiones encontramos a aquellas que han sufrido múltiples lesiones como consecuencia de una caída o accidentes con vehículos a motor, con fracturas abiertas o causadas por un cristal. 
    Herida por laceración

  • Heridas por abrasión
    Son heridas provocadas por la fricción y solo afectan a la piel superficial. Pueden ser intencionadas (p. ej., la zona donante de un injerto) o accidentales (rascadas). 
    herida por abrasión

  • Heridas por punción
    Heridas producidas por un instrumento punzante, que penetra en la piel y los tejidos internos; pueden ser accidentales (como un pinchazo) o intencionadas, violentas (como una puñalada) o como parte de un tratamiento médico (como la inserción de un drenaje). El dolor, el orificio  de entrada y la hemorragia suelen ser pequeños, pero en el caso de lesiones profundas estas variables pueden ser importantes. 
    Herida por punción

  • Heridas penetrantes
    Son causadas por proyectiles, el orificio de entrada es pequeño y la gravedad está determinada por la velocidad, el tipo de proyectil y la profundidad de los tejidos y órganos internos afectados.

  • Heridas por mordeduras
    Producidas por la boca de un animal o humano. La más frecuente es una lesión por punción y laceraciones con o sin pérdida de tejido. Tienen un alto riesgo de infección.
    Herida por mordedura

2. Según la afectación de tejidos o profundidad

  • Superficiales
    Afectan a la piel y al tejido celular subcutáneo.

  • Profundas
    Afectan más allá del tejido celular subcutáneo.

    ver Ver imagen

3.  Según el grado de complejidad

  • Complejas
    Afectan a las estructuras internas (tendones, huesos, venas, arterias, etc.).

  • Simples
    Son las más frecuentes, las menos graves y se caracterizan porque no hay afectación de órganos importantes.

 

4.  Según el riesgo de contaminación

En las heridas accidentales existe el riesgo de infección. Según el grado de infección de la herida, se clasifican en:

  • Limpias
    Heridas con menos de 6 horas de evolución (excepto en regiones específicas como la cara, donde el período puede aumentar hasta 12 horas), con fondo sanguinolento, ausencia de cuerpos extraños y/o tejidos desvitalizados.

  • Sucias
    Heridas con más de 6 horas de evolución, con presencia de cuerpos extraños y/o tejidos desvitalizados.

 

5. Según el tiempo de evolución

Las heridas se pueden clasificar en agudas o crónicas según el tiempo de evolución.

  • Heridas agudas

    Son aquellas heridas que se producen de repente, con o sin intención, pero que luego cicatrizan de manera oportuna. Se caracterizan por seguir un proceso de reparación ordenado y por no presentar complicaciones; suelen cicatrizar en entre 7 y 14 días.
    Herida aguda 


  • Heridas crónicas

    Son aquellas heridas que tienen un progreso lento a través de las fases de cicatrización, o muestran una cicatrización retrasada, interrumpida o detenida debido a factores propios de la persona o externos que afectan al individuo y a la herida.

    En las heridas crónicas, la fase inflamatoria se prolonga en el proceso de cicatrización y hay una ausencia de crecimiento tisular. Cualquier herida que no haya mostrado una reducción en la extensión del 20 al 40 % después de 2 a 4 semanas de tratamiento óptimo debe etiquetarse como herida crónica. Existe consenso para considerar una herida como crónica si no se cierra en un período de 6 semanas. Una herida crónica que no cicatriza puede indicar la presencia de microorganismos o de una biopelícula, una estructura compuesta por diferentes microorganismos y adherida a la superficie de la herida que es resistente a los antibióticos y antisépticos. 


    Las heridas crónicas se clasifican según la causa de la lesión en: lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia, que incluyen las úlceras por presión y cizallamiento, las lesiones cutáneas asociadas a la humedad, las lesiones por fricción y las lesiones mixtas; las úlceras de la extremidad inferior, que incluyen las úlceras arteriales, las venosas y las del pie diabético; y las úlceras tumorales. 
    Herida crónica

    • Lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia

      En 2017, surgió un nuevo marco teórico que clasifica las lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia en:
      • Úlceras por presión y cizallamiento
        Lesiones localizadas en la piel y/o los tejidos subyacentes, generalmente sobre una prominencia ósea, como resultado de la presión o la presión en combinación con fuerzas de cizallamiento. En ocasiones también pueden aparecer en tejidos sometidos a presiones externas por distintos materiales o dispositivos clínicos. 
        herida úlcera por presión en el talón

         verVer imagen

      • Lesiones cutáneas asociadas a la humedad
        Las lesiones localizadas en la piel, por lo general, no afectan a los tejidos subyacentes. Se presentan como inflamación, eritema y/o erosión de la piel, provocados por la exposición prolongada, continua o casi continua, a diversas fuentes de humedad con potencial irritante para la piel, por ejemplo: orina, heces, exudado de heridas, fluidos estomáticos o fístulas, sudor, saliva o moco.
        Herida lesión cutánea por humedad  Lesión por humedad

      • Lesiones por fricción
        Lesión localizada en la piel, que generalmente no afecta a los tejidos subyacentes, causada por las fuerzas de roce-fricción entre la piel del paciente y otra superficie paralela, como las sábanas, que, al entrar en contacto, se mueven en sentido opuesto entre sí.
        Lesión por fricción

      • Lesiones mixtas
        Lesiones localizadas en la piel que no se producen por un solo factor causal, son lesiones combinadas o multicausales.

        Podemos encontrar 4 tipos: lesiones combinadas por humedad y presión, presión y fricción, humedad y fricción y lesiones multicausales, en las que todos los componentes pueden interactuar.
        Herida crónica lesión mixta

      • Laceraciones cutáneas
        Lesión localizada en la piel, que no suele afectar a los tejidos subyacentes, originada por un traumatismo y causada por una fuerza mecánica, incluidas las producidas por la retirada de adhesivos fuertes de apósitos y esparadrapos. 
        Herida laceración cutanea
       
      •  
    • Úlceras de la extremidad inferior

      Son lesiones en el miembro inferior, es decir, en las piernas, y afectan a la piel y a las estructuras subyacentes. Pueden ser espontáneas o accidentales, y su causa o etiología está relacionada con un proceso patológico sistémico o de la extremidad y que no cicatriza en el intervalo de tiempo esperado.

      Se clasifican en:                                                             
      • Úlceras venosas
        Estas lesiones aparecen como resultado de una hipertensión venosa de larga duración, cuya causa principal es la insuficiencia venosa crónica.

        Las más frecuentes son las úlceras varicosas, como consecuencia de una deficiencia vascular en las venas; las estáticas, como consecuencia de un mal funcionamiento en el bombeo de la zona del tobillo; y las posflebíticas (proceso inflamatorio de un vaso), en antecedentes de tromboflebitis y edema crónico (acumulación excesiva de líquido) en la extremidad afectada.
        herida úlcera venosa

      • Úlceras arteriales
        Lesión producida como resultado de un déficit de flujo sanguíneo en la extremidad afectada secundario a una arteriopatía periférica generalmente crónica.
        Herida úlcera arterial

      • Pie diabético
        Lesión causada por una alteración neuropática periférica, afectación de los nervios del sistema nervioso periférico que afecta a la transmisión de la sensación dolorosa, causada por una hiperglucemia mantenida como consecuencia de la diabetes mellitus (DM), con o sin coexistencia de isquemia en el miembro inferior, y con un desencadenante traumático.
        Herida pie del diabético

    • Úlceras tumorales

      Son lesiones resultantes de la infiltración tumoral de la piel y sus estructuras vasculares y linfáticas debido a la progresión de un tumor local o metástasis, que no cicatriza y destruye el tejido circundante. 
      úlcera tumoral

 

p Leer más...

Quemaduras
pP@)

Una quemadura es una lesión en la piel que puede afectar a órganos profundos (pulmones, corazón, riñones, etc.), causada principalmente por el calor, el contacto con llamas, líquidos calientes, superficies calientes u otras fuentes de altas temperaturas, como la energía solar, la radiactividad, la electricidad, la fricción, el contacto con productos químicos o el contacto con temperaturas extremadamente bajas.

Las quemaduras se clasifican según:

  1. La causa
  2. La profundidad 
  3. La extensión 

 

1. Tipos de quemaduras según la causa:

 

La causa de la quemadura nos indica cuál será la primera actuación y la necesidad de atención sanitaria.

  • Quemaduras térmicas

    Son las producidas por la acción del calor.
    • Escaldaduras: producidas por el contacto con líquidos o gases calientes. Suelen ser quemaduras limpias, más o menos extensas y más o menos profundas según las circunstancias de cada caso, el tipo y la temperatura del líquido y el tiempo de contacto.
      Quemadura térmica escaldada

    • Llamas: provocadas por la acción directa de las llamas del fuego. Suelen ser heridas más sucias que las anteriores, enmascaradas por restos de humo y hollín, ropa quemada y restos de tejido orgánico quemado y desvitalizado. La extensión y la profundidad también pueden ser variables. Pueden ir asociadas a intoxicación por inhalación de humo y, en este caso, conllevan un alto riesgo de complicaciones respiratorias.
    • Contacto: el mecanismo es un sólido caliente: plancha, horno, tubo de escape de la moto, etc. Suelen ser quemaduras muy bien delimitadas y profundas y, por lo general, no son muy extensas.
      Quemadura térmica de contacto

    • Fricción: se producen por la fricción de la piel con otra superficie: cuerda, suelo, sábana, dispositivos clínicos, etc. Suelen ser quemaduras bien definidas y poco profundas.
  • Quemaduras eléctricas

    Son las lesiones producidas por la acción directa del paso de la corriente eléctrica o del calor que esta genera a través de los tejidos del organismo. El paso de la electricidad también puede alterar los impulsos eléctricos que hacen latir al corazón y provocar alteraciones en su ritmo, lo que puede provocar un paro cardíaco o una lesión.

    Quemadura electrica

    Las quemaduras eléctricas pueden ser:
    • De baja tensión (<1000 voltios), la corriente doméstica, produce menos destrucción de los tejidos y existe el riesgo de lesión cardíaca.
    • De alta tensión (>1000 voltios), con una destrucción significativa de tejido en los puntos de contacto y en las estructuras internas en la trayectoria de la corriente eléctrica. Pueden provocar alteraciones del ritmo cardíaco, paro cardíaco y fracturas óseas. Siempre deben ser atendidas en urgencias hospitalarias.
  • Quemaduras químicas

    Son las lesiones producidas por sustancias químicas ácidas o básicas, que en contacto con el cuerpo alteran el pH de la piel.

    La gravedad de la quemadura depende de la sustancia, la concentración y el tiempo de contacto. Es importante tener en cuenta que hasta que la sustancia química se elimine o neutralice por completo, se seguirán produciendo lesiones en los tejidos. Siempre deben ser atendidas en urgencias hospitalarias.
    Quemadura química

  • Quemaduras radioactivas

    Son aquellas producidas como consecuencia de la exposición a radiaciones ionizantes, por ejemplo rayos X o rayos gamma, y a radiaciones no ionizantes como la solar, ultravioleta, infrarroja, láser, microondas, etc.

    El daño causado por la radiación en los órganos y tejidos depende de la dosis recibida o absorbida, del tipo de radiación y de la sensibilidad de los distintos órganos y tejidos. Los signos y síntomas agudos de las lesiones cutáneas por radiación son: escozor, hormigueo, enrojecimiento o inflamación.
  • Quemaduras solares

    Se producen por la radiación no ionizante de los rayos ultravioletas del sol como resultado de una exposición demasiado prolongada y sin protección.

    La aparición de las lesiones cutáneas suele darse entre 12 y 24 horas después de la exposición al sol. Pueden ir acompañadas de síntomas que afecten a todo el organismo, como fiebre, dolor de cabeza, mareos, vómitos, etc. Es lo que se denomina golpe de calor o insolación, y requiere atención sanitaria.

    Atención especial a los niños y a las personas mayores, que tienen una piel mucho más delgada que la de los adultos y son muy sensibles a la radiación solar.

    Quemadura solar

  • Quemaduras por congelación

    Son las lesiones provocadas por la exposición a la acción del frío extremo y de forma continuada. Se produce vasoconstricción, estrechamiento de los vasos sanguíneos y solidificación del agua de las células, lo que produce necrosis tisular. Afecta principalmente a los dedos, las orejas y la nariz.

    El verdadero daño a los tejidos suele manifestarse trascurridas unas horas. Inicialmente, pueden aparecer frialdad y palidez. Una vez que la zona se calienta, aparecen ampollas, lesiones cutáneas en forma de burbuja que se llenan de plasma o incluso puede haber presencia de sangre que, en algunos casos, progresan hasta la destrucción total de los tejidos. 

 

 

2. Tipos de quemaduras según la profundidad

 

La profundidad de la quemadura nos informa de la afectación de las capas de la piel y de las estructuras profundas (tendones, músculos, vasos, etc.), indicando el grado de quemadura y, por tanto, su gravedad. En ocasiones, es difícil determinar el grado de la lesión debido al carácter dinámico que presentan en las primeras 24-48 h, por lo que se recomienda reevaluar la quemadura a las 48-72 h.

  • Primer grado

    Son las más superficiales y dolorosas, y afectan solo a la primera capa de la piel, la epidermis.
    • Signos: se caracterizan por el enrojecimiento de la piel. Al tacto se nota la piel seca y caliente. Ocasionalmente, puede producirse una ligera hinchazón de la zona afectada. No aparecen ampollas. Se preserva la integridad de la piel. 
      Quemadura primer grado

    • Síntomas: sensación de ardor o escozor, hipersensibilidad de la piel, dolor de leve-moderado a intenso en algunos casos.
  • Segundo grado

    Se dividen en:
    • Segundo grado superficiales
      Afectan a casi toda la epidermis y parcialmente a la dermis, solo en el nivel más superficial, la llamada dermis papilar.
      • Signos: el signo más característico son las ampollas, que a veces revientan espontáneamente. Aparece un tejido rojo-rosado, húmedo y brillante que indica que conserva una buena vascularización, mantiene un buen flujo sanguíneo en el tejido. Son muy exudativas debido al plasma que se pierde.

        Quemadura segundo grado superficial

      • Síntomas: es una lesión muy dolorosa al curar, ya que la mayoría de las terminaciones sensitivas están irritadas pero intactas.
    • Segundo grado profundas
      Afectan a todo el grosor de la epidermis y la dermis, hasta su parte más profunda, que recibe el nombre de dermis reticular.
      • Signos: pueden aparecer ampollas. Aparece un tejido brillante de color rojo pálido o blanco. Las venas y arterias ubicadas en la zona más profunda de la dermis se ven afectadas. Es una herida menos exudativa que las anteriores, pero puede provocar una mayor inflamación en la zona. Si estiramos los pelos, se desprenden con facilidad, lo que indica la afectación más profunda.
        Quemadura segundo grado profunda

      • Síntomas: son lesiones menos dolorosas, ya que las terminaciones sensitivas están casi destruidas.
  • Tercer grado

    Afectan a todo el grosor de la piel: la epidermis, la dermis y también el tejido subcutáneo. Pueden incluso afectar tejidos o estructuras más profundas (músculos, vasos, nervios, tendones, huesos, etc.).
    • Signos: aparece una cicatriz con tejido cutáneo desvitalizado, que se caracteriza por un tacto seco y acartonado. El color puede variar de blanco nacarado a marrón oscuro o negro.
      Quemadura tercer grado

    • Síntomas: al tacto no producen dolor, pero pueden coexistir zonas con distintos grados de afectación y presentar dolor. 

 

3. Tipos de quemaduras según la extensión

La extensión de la quemadura es lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de valorar la gravedad, ya que de esta, junto con la localización y el grado de profundidad, dependerá la derivación a la sala de urgencias del hospital.

Para calcular la superficie del cuerpo quemada, recomendamos la regla del 1, que es un instrumento para la evaluación rápida de la superficie.

Regla del 1

Se toma como referencia la palma de la mano de la persona afectada, con los dedos juntos y estirados; esta superficie representa el 1 % de la persona. La mano de la persona se superpone sobre la quemadura para obtener el cálculo aproximado. 

Regla del 1

 

Atención de la persona con una quemadura

La mayoría de las quemaduras se pueden tratar en casa o en los centros de Atención Primaria y Comunitaria, pero las quemaduras complejas o con patologías importantes asociadas requieren atención en centros hospitalarios especializados.

Para conocer el recurso sanitario más adecuado para la atención, se debe valorar:

  • La extensión: % de la superficie corporal quemada.
  • La profundidad: primer grado, segundo grado superficial o profundo y tercer grado.
  • La localización.

En base a estos tres parámetros, se han establecido criterios de gravedad de la quemadura, que se clasifica en quemadura menor, moderada y mayor, según la clasificación de la Asociación Estadounidense de Quemaduras (American Burn Association):

Quemadura menor*
  • 5 % de superficie corporal quemada (SCQ) o menos, de primer o segundo grado, en adultos.
  • 10 % de SCQ o menos, de primer o segundo grado, en niños.
  • 2 % de SCQ o menos, de tercer grado, en niños o adultos

(que no afecte a los ojos, los oídos, la cara o los genitales).

Quemadura moderada*
  • 15 %-25 % de SCQ, de segundo grado, en adultos.
  • 10 %-20 % de SCQ, de segundo grado, en niños.
  • 2 %-10 % de SCQ, de tercer grado, en niños o adultos

(que no afecte a los ojos, los oídos, la cara o los genitales).

Quemadura mayor
  • >25 % de SCQ, de tercer grado, en adultos.
  • >20 % de SCQ, de segundo grado, en niños.
  • >10 % de SCQ, de tercer grado, en niños o adultos.
  • Todas las quemaduras que afectan a los ojos, los oídos, la cara, las manos, los pies, las articulaciones principales, el perineo y los genitales.
  • Todas las lesiones por inhalación, con o sin quemaduras.
  • Quemaduras eléctricas.
  • Quemaduras químicas en áreas como la cara, los párpados, las orejas, las manos, los pies, las articulaciones principales, el perineo y los genitales.
  • Quemaduras asociadas a traumatismos.
  • Quemaduras en personas de alto riesgo: embarazo, enfermedades psiquiátricas, diabetes, enfermedades pulmonares, enfermedades cardiovasculares, enfermedades inmunosupresoras, cáncer, SIDA, etc.

*Se excluyen las lesiones eléctricas, las lesiones por inhalación, los traumatismos concurrentes y los pacientes con alto riesgo, que se considerarán de mayor gravedad.

 

La edad se considera un factor independiente que agrava el pronóstico de la quemadura; en niños menores de 2 años y adultos mayores de 70 años, el grupo de gravedad aumenta al inmediatamente superior.

 

Dependiendo de la gravedad de la quemadura, se recomienda la atención en los siguientes dispositivos sanitarios:

  • Quemadura menor: Atención primaria y Comunitaria.
  • Quemadura moderada: hospital general.
  • Quemadura mayor: centro hospitalario especializado en quemaduras.

 

p Leer más...

1 Valoraciones, valoración media 5,0 de 5.

12345
Guardando valoración... Guardando valoración...
Última modificación: 16/12/24 12:16h

Comentarios

Envía un comentario

12345

Números y letras minúsculas.
Información básica sobre protección de datos en aplicación del RGPD
Responsable del tratamiento Col·legi Oficial d’Infermeres i Infermers de Barcelona. (+info web)
Finalidad tratamiento Gestión del contacto, consulta o solicitud. (+info web)
Legitimación Consentimiento. (+info web)
Destinatarios No se prevén cesiones. (+info web)
Derechos Acceso, rectificación, supresión, portabilidad, limitación y oposición. (+info web)
Contacto DPD dpd@coib.cat
Información adicional Puedes consultar la información adicional y detallada sobre protección de datos en web de Infermera Virtual. www.infermeravirtual.com

Para poder enviar el formulario, tienes que leer y aceptar la Política de Protección de datos. Si no la aceptas y nos das tu consentimiento para tratar tus datos con las finalidades descritas, no podemos aceptar ni gestionar el Servicio web de contacto, consulta o solicitud

  Atención: El comentario será revisado antes de ser publicado.